Ubicado en una de las esquinas más caras del barrio (Malabia yCosta Rica), estaba próximo a la Plaza Armenia desde hace casi dosdécadas, cuando aún esa zona no era Palermo Soho como ahora.
Sus persianas están bajas desde hace varias semanas y un enormecartel de “Se alquila” lo dice todo: el emblemático restaurante de Palermo, Janio, cerró definitivamente. Estaba conformado por un salón cerrado distribuido en dos pisos yuna terraza en la planta alta. Allí se podía comer una ampliavariedad de platos, y pasar un buen rato.
Pero la crisis comenzó a sentirse como está sucediendo con granparte del sector gastronómico.
Hace unas semanas se había vencido el contrato de alquiler y la decisión de los dueños de Janio fue no renovarlo.
Ya en noviembre del año pasado, una inmobiliaria había subido unanuncio sobre el alquiler del local desde Instagram, por un montode 300 mil pesos mensuales.
El aumento de las tarifas de servicios de los últimos años, elencarecimiento de los productos en general y la crisis económicaque disminuye la cantidad de clientes que van a estos locales,generó el cierre de muchos restaurantes y bares en la ciudad. Yesta vez fue el turno de Janio.
Según un relevamiento de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) del 2017, desde 2016 cierra un restaurante por día en la Capital Federal.