Ocurrió en el cruce de Humboldt y Nicaragua. Según indicaron varios testigos, el joven estaba alcoholizado y se quedó dormido al volante cuando circulaba a alta velocidad
El hecho se produjo durante la mañana de este lunes en el cruce de Humboldt y Nicaragua. Según indicaron varios testigos, el joven conducía con 1,29 gramos de alcohol en sangre y se quedó dormido al volante cuando circulaba a alta velocidad. Como resultado de una mala maniobra, quedaron destrozados un utilitario y dos autos.
El dueño del utilitario contó que se despertó cerca de las 6 por el ruido que produjo el choque. A pesar de que su vehículo fue gravemente dañado, el hombre celebró que el incidente no haya dejado víctimas y remarcó que “los fierros se arreglan”.
Angustiado, precisó que el joven responsable “no estaba en condiciones de hablar” y apenas le pudo transmitir los datos del seguro. “Estoy tranquilo, pero esto no tiene que pasar más. Uno se viene a divertir y lamentablemente ya no se puede”, cerró.