
Ayer le tocó al Campo de Polo. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, negó que en ese predio se proyecten construir torres de lujo destinadas a viviendas. Lo hizo a través de un comunicado oficial difundido luego de una reunión que mantuvo con directivos de la Asociación de Polo.
La versión de que la Ciudad proyectaba entregar los terrenos del Campo de Polo a una grupo inversor para desarrollar torres de lujo residenciales circuló en los últimos meses junto a una serie de otros proyectos reales que generaron polémica y resistencia en los barrios donde se encuentran las tierras que cambiarían de destino, y que pasarían de manos públicas a privadas. Fue el caso del Tiro Federal, del Predio El Dorrego o del traslado del Cenard, entre otros. Todos esos planes se encuentran demorados por diferencias en la Legislatura, por amparos judiciales o resistencia de ONGs.
En el caso del Campo de Polo el proyecto nunca fue transmitido oficialmente. De hecho, el predio pertenece al Estado Nacional y si la Ciudad intentara destinarlo a un desarrollo inmobiliario -un negocio atractivo teniendo en cuenta que el metro cuadrado supera allí los u$s 4000- debería primero lograr que se le transfieran las tierras y luego la Legislatura tendría que rezonificarlas.
La oposición allí se basa en el avance de desarrollos inmobiliarios sobre espacios verdes. Hoy, la Asociación de Polo se encuentra en plena renegociación de su contrato, que está vencido con una “extensión tácita”, con la Agencia de Bienes del Estado, una entidad que intenta reordenar el patrimonio público.
En la asociación deportiva no hay preocupación por la versión del proyecto inmobiliario porque asegura que existe una indisponibilidad del predio porque allí solo se permiten “actividades ecuestres” y realizar todos los pasos administrativos necesarios llevaría mucho tiempo y encontraría fuerte oposición.
Pero esa misma sensación tenía la comisión directiva del Tiro Federal, antes de que el gobierno porteño lograra la aprobación de disponer de la mayor parte del predio para conformar el “Parque de la Innovación”, un ambicioso proyecto para instalar un centro científico y educativo en otra de las zonas más caras de la Capital.
No solo la legislatura votó a favor de avanzar con el proyecto sino que además se creo la Agencia de Bienes porteña para disponer de otros predios públicos. Una situación similar se vive con respecto a las intenciones de trasladas el Cenard a la Villa Olímpica, lo que dejaría lugar a un desarrollo en el costoso terreno de Nuñez.
Igualmente se habla del eventual traslado de la cárcel de Devoto hacia la provincia de Buenos Aires, un proyecto que sería financiado con la venta de una parte del terreno que hoy ocupa el centro de detención. Y otros casos como el Centro El Dorrego de Palermo o el Mercado de Liniers.
Todos esos planes se encuentran en discusión, entre el gobierno y los concesionarios que se oponen a retirarse o en causas judiciales.