En la noche del pasado miercoles, Malia (17 años), Sasha (14) y Marian Robinson, la mamá de Michelle Obama, se acercaron al barrio porteño de Palermo para visitar el restaurant Olaya, ubicado en Humboldt 1500 y degustar, entre otras cosas, comida peruana.
Allí, y según indicaba el resumen de lo consumido, encargaron una picada con más de diez raciones de comida diferentes que ofrecía gran variedad de carnes y pescados.
En tanto, pidieron desde langostinos a la mantequilla, hasta ceviche mixto, pulpito Olaya (pulpo al olivo, una especialidad de la casa), trucha ahumada y mariscos del mejor nivel. Además, bebieron agua con y sin gas, más algunos costosos vinos.
Mas tarde, y ya para el postre, las hijas y la suegra del mandamás yanki pidieron cuatro platos. Un brownie caliente llamado “Doña Vicky”. Suspiro Limeño, un plato típico de la gastronomía peruana, un volcán de té verde y un sashimi de piña.
Broma y anticipo
Durante el discurso que el presidente de los Estados Unidos, , dio el pasado miercoles, en la Usina del Arte, del barrio porteño de La Boca, este comentó: “A mis hijas las voy a dejar ir a conocer Palermo, porque son jóvenes”, afirmó y agregó que “van a tener que volver cuando sean más grandes”.
Pequeño susto
Si bien la jornada se vivió con total normalidad, a pesar del revuelo en el barrio, hubo un momento de tensión cuando un estruendo alarmó a los presentes en la zona.
En ese instante, y como era de esperarse, mas de 20 hombres (que vestian camisas cuadriculadas y pantalones beige) bajaron de inmediato de dos camionetas negras, fuertemente armados y en segundos rodearon la cuadra entera.
Afortunadamente la cosa no paso a mayores, y todo quedó en el susto por el fuerte sonido. Una vez finalizada la cena, la familia presidencial partió del recinto en una portentosa camioneta gris, un vehiculo similiar a “La Bestia”, la limusina de Obama.